Los tiempos están cambiando. Más del 60 % de los jóvenes prefieren la aventura a

la resaca, y cambian las noches borrosas por mañanas frescas y llenas de adrenalina.

Pero beber menos alcohol no significa beber menos. Significa beber de otra manera.Y, sin embargo,

la mayoría de los cócteles siguen estando ligados a los mismos escenarios de siempre:

bares oscuros, salones de baja energía y noches que se desvanecen.

¿Y si los devolviéramos al lugar al que realmente pertenecen?

Los tiempos están cambiando. Más del 60 % de los jóvenes prefieren la aventura a

la resaca, y cambian las noches borrosas por mañanas frescas y llenas de adrenalina.

Pero beber menos alcohol no significa beber menos. Significa beber de otra manera.

Y, sin embargo, la mayoría de los cócteles siguen estando ligados a los mismos

escenarios de siempre: bares oscuros, salones de baja energía y

noches que se desvanecen.

¿Y si los devolviéramos al lugar al que realmente pertenecen?

Los tiempos están cambiando. Más del 60 % de los jóvenes prefieren la aventura a

la resaca, y cambian las noches borrosas por mañanas frescas y llenas de adrenalina.

Pero beber menos alcohol no significa beber menos.

Significa beber de otra manera.Y, sin embargo, la mayoría de los cócteles

siguen estando ligados a los mismos escenarios de siempre:

bares oscuros, salones de baja energía y noches que se desvanecen.

¿Y si los devolviéramos al lugar al que realmente pertenecen?